Calor y albercas

Desde hace algunos años pongo una alberca cada temporada de calor en el patio para deleite de los que vivimos en este lugar. Pero una alberca no solo implica el armarla, llenarla, mezclarle sus químicos de vez en cuando para mantenerla limpia y quitarla al final de la temporada de calor.
En medio de todo lo ya mencionado es necesario a veces usar medidas mas drásticas para mantenerla limpia de la lluvia (con sus ácidos), los insectos que decidieron saltar y cometer suicidio ahogándose dentro, de las plantas (generalmente hojas) que se llegan a convertir en sustancias raras dentro del coctel y de la tierra que aterriza llenando con toda su interesante basura y convirtiendo el asunto en todo un delicioso, resbaladizo y verdoso caldillo proteínico.
Ayer fue uno de esos extremos casos en los que la falta de tiempo, exceso de lluvias y falta de químicos nos obligó a vaciar este interesante contenido semilíquido para poder hacer uso de cubetas, jabón, agua y espalda para limpiar paredes y piso.
Lo fantástico es que después de horas de limpieza, de quedar molida y sentir cada uno de los músculos de mi cuerpo quejarse constantemente, mi hermano simpáticamente me dijo que se esperaban mas lluvias durante el resto de la semana mientras otros insectos aterrizaban audazmente en los residuos de agua ya limpia y ahogándose voluntariamente en el mismo sitio.
Todo sea por ganarle al calor pero siempre que pasa me digo lo mismo... Fue horrible!!!